viernes, 16 de enero de 2015

Mensaje del Director

En el marco celebrativo por el Primer Centenario de la Fundación de la Sociedad de San Pablo, los Paulinos, reafirmando nuestro compromiso con la Iglesia en el anuncio del Evangelio impulsamos la realización del Congreso sobre la Evangelización, Catequesis y la Comunicación, para abrir un espacio de reflexión, condivisión y aprendizajes sobre tres campos íntimamente unidos en las tareas y desafíos de los discípulos de Jesucristo. Nuestro Fundador, el Beato Santiago Alberione, promovió con los medios más rápidos y eficaces, la comunicación de Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida a la humanidad, necesitada de recuperar el sentido cristiano y trascendente de la vida.

Proclamar de ciudad en ciudad, sobre todo a los más pobres, con frecuencia los más dispuestos, el gozoso anuncio del cumplimiento de las promesas y de la alianza propuestas por Dios al mundo de hoy. Dicha tarea forma parte de todas las instituciones que conformamos la comunidad creyente. La Buena Nueva es el gran don de Dios para su pueblo, don que es liberación de todo lo que oprime al hombre. La comunicación del Evangelio se continúa en el tiempo con nuevo ardor y nuevos métodos: “El Reino de los Cielos se alcanza por medio de la fuerza; y son los que se valen de la fuerza quienes lo arrebatan” (Mt 11, 12). Somos conscientes de que la evidente importancia del contenido no debe hacer olvidar la importancia de los métodos y medios para la evangelización: el testimonio, la predicación, la celebración de los misterios, la catequesis, el uso de los medios de comunicación y el contacto personal son tareas que requieren una continua actualización.

La catequesis se refiere al conjunto de los esfuerzos realizados por la Iglesia para compartir la fe y ayudar a los hombres a creer que Jesús es el Hijo de Dios y creyendo tengan vida en su nombre y para educarlos en todas las dimensiones que la fe abarca.

La catequesis es extensión de la predicación de la tarea de predicar a tiempo y destiempo el anuncio del Evangelio. Es un llamado desde los primeros años de nuestra vida para que niños, jóvenes y adultos comprendan la riqueza de la enseñanza cristiana. Es un esfuerzo planificado y orgánico, gradual y ordenado para alcanzar la plenitud de la vida cristiana.

Todas las tareas de la Iglesia, pero de manera particular la catequesis, pueden enriquecerse y renovarse aprendiendo a dialogar con la cultura de la comunicación. Además, el cristiano, sacerdote o laico participan de las tres acciones que manifiestan la vocación de comunicador: la predicación, el culto y la pastoral.

El Papa Francisco nos ha invitado a desbordar las fronteras de la Iglesia y compartir el gozo, la serenidad y la fuerza del Evangelio en la actual cultura de la comunicación, enfrentando una realidad cultural cada vez más compleja, un relativismo creciente, el aumento de la indiferencia religiosa e incluso el rechazo de la fe cristiana, esta tarea encuentra en la cultura de la comunicación dimensiones fascinantes que pueden terminar por atraparnos. Los medios y las redes sociales ofrecen a la catequesis y a la evangelización recursos impensables hasta hace pocos años. Sin embargo, dicha cultura también está caracterizada por la inmediatez, el triunfo de la imagen, el sentimentalismo y la superficialidad.

Toda reflexión propuesta en la predicación y en el trabajo pastoral debería de estar acompañada de nuevas parábolas y nuevas metáforas para comunicar hoy el Evangelio y tratar de expresarlas con los nuevos lenguajes de la comunicación. Dichos lenguajes son más fáciles de percibir por las nuevas generaciones digitales.

Precisamente los laboratorios para comunicar la fe acercan los recursos de la comunicación al creyente, para que se forme y aprenda a utilizar los lenguajes: Fotografía, comics, video, multimedia, redes, etc. Recordemos que los medios son “el primer areópago del tiempo moderno que está unificando a la humanidad y convirtiéndola en una aldea global” (Cfr. san Juan Pablo II, Redentoris Missio, 37c). Los medios son nuestro ambiente cultural, son al mismo tiempo un riesgo y un gran recurso. La Iglesia no está llamada sólo a usar los medios para difundir el Evangelio, sino a integrar el mensaje de salvación en la nueva cultura que los potentes instrumentos de la comunicación crean y amplifican. La Iglesia advierte que el uso de las técnicas y tecnologías de la comunicación contemporánea es parte integral de la propia misión en el tercer milenio.

Los laboratorios para comunicar la fe son una respuesta a la invitación de la Iglesia para tomar con seriedad la tarea de la nueva evangelización. Son un esfuerzo por conjugar al mismo tiempo catequesis y comunicación; son un ambiente de encuentro entre catequistas y estudiantes de catecismo; personas jóvenes y adultas, expertos y profesionistas del lenguaje de los medios. Todos los participantes trabajan bajo la dirección del catequista comunicador; son una metodología: el laboratorio está al servicio de la maduración de la fe utilizando los lenguajes actuales y las dinámicas de la comunicación.

Bienvenidos al Primer Congreso de esta naturaleza que nos complace compartir con ustedes.
Fraternalmente, los esperamos.
Pbro. Dr. Rafael González Beltrán, ssp
Director del I Congreso de Evangelización, Catequesis y Comunicación

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