Mensaje Final

P. Marco Antonio Vences, ssp – Comunidad de Los Ángeles, CA

Queridos amigos y hermanos todos:
Quiero a nombre de la Sociedad de San Pablo dirigir un mensaje final a propósito del I Congreso de Evangelización, Catequesis y Comunicación. La catequesis en la actual cultura de la comunicación.

Al concluir este evento que ha involucrado a distintas fuerzas e instituciones en algunas de las tareas esenciales del trabajo de los discípulos de Cristo, en general, considero que, nos ha dejado una enorme satisfacción. En primer lugar porque es posible trabajar unidos ayudándonos mutuamente, en segundo lugar, porque todos ustedes han respondido con gozo y esperanza a la invitación que lanzamos para celebrar el Congreso, en tercer lugar por la riqueza de ideas, experiencias, actividades y testimonios que aquí hemos palpado a lo largo del evento.

Al llegar al final de este momento de gracia también nos vamos con varias tareas. Por nuestra parte, los paulinos les reiteramos nuestra disposición a colaborar: abriendo espacios para la reflexión, el diálogo y la implementación de proyectos audaces con los cuales podamos responder, siempre mejor, desde el Evangelio, que es comunicación del Reino, al servicio de las pastorales de nuestra iglesia en México y para nuestros paisanos en los Estados Unidos de Norteamérica.

Seguiremos buscando la colaboración recíproca y confiados en Dios seguiremos organizando el II Congreso, compartiendo nuestro carisma a toda la Iglesia, pues para eso fue donado por el Espíritu. Cierto, nuestro trabajo más conocido es el campo editorial y nuestra red de librerías, pero en realidad nuestro apostolado es la comunicación en todas sus formas y queremos contribuir a la transformación y mejora de la educación de la fe. Si ustedes nos lo permiten sostendremos comunicación con todos ustedes utilizando la información generada en el Congreso.

La tarea educativa y transformadora que realiza el trabajo catequético es más urgente cuando vemos a varias regiones de nuestra nación empobrecidas y sacudidas por distintas formas de violencia. Nuestro trabajo no es un replegarse sobre nosotros mismos, es por el contrario, tomar impulso para responder más acertadamente.

Hermanos todos: ¡Muchas gracias y hasta nuestro próximo encuentro!

P. Marco Antonio Vences Carbajal, ssp